Poco tardó el alemán Sebastian Vettel en darle su primera alegría a Ferrari. Solo fueron suficientes dos carreras para que el cuatro veces campeón de la F-1 y la famosa Scuderia vieran a sus rivales desde el escalón más alto del podio. La gesta la lograron en el GP de Malasia, la cita dos del Mundial, desarrollada en Sepang.
La clave del triunfo de Vettel, que largó desde el segundo puesto detrás del poleman inglés Lewis Hamilton (Mercedes), fue la estrategia durante una temprana neutralización de la competencia para retirar al auto del sueco Marcus Ericsson (Sauber). Mientras Hamilton y su compañero germano Nico Rosberg aprovecharon para ir a los pits y realizar el primer cambio de neumáticos, Ferrari mantuvo a “Seb” en la pista y eso le permitió convertirse en nuevo líder del GP y luego comandar las acciones con gran ritmo.
Así, luego un motivador tercer lugar en el GP de Australia, la sociedad Vettel-Ferrari consiguió un resultado que llenó de alegría a los hinchas del equipo más legendario de la categoría porque permitió romper una racha de 686 días sin victorias ya que el último éxito databa del 12 de mayo de 2013 cuando el español Fernando Alonso se impuso en el GP de España. Mientras que para Vettel este estreno como ganador con una máquina del Cavallino Rampante fue el 40° triunfo en la categoría y el primero que logra desde el GP de Brasil de 2013 cuando festejó con Red Bull. Sin dudas, motivos suficientes para que la algarabía haya invadido los boxes del team.
“Hacía bastante que no me subía a lo más alto del podio y hacerlo por primera vez con Ferrari es algo maravilloso”, dijo Vettel. El rendimiento del equipo no es una sorpresa: ya se mostró competitivo en la pretemporada y hasta los propios pilotos de Mercedes dijeron luego de la apertura en Melbourne que iba a ser un gran rival. Y en Sepang eso quedó demostrado. El buen andar de Ferrari quedó reflejado también con el 4° lugar del finlandés Kimi Räikkönen, que largó 11º y tuvo que entrar imprevistamente a los boxes por un neumático pinchado.
Un destacado para el holandés Max Verstappen, del equipo Toro Rosso, que se convirtió en el piloto más joven (con 17 años, 5 meses y 27 días) en puntuar en la F-1 con el 7° puesto logrado.
En dos semanas la “máxima” vuelve a la acción en China, donde quizás todo vuelva a la realidad y los Mercedes retomen su dominio. Pero mientras tanto, vale la pena disfrutar de la emotividad de ese grito que pegó Vettel al cruzar la meta en Malasia: “¡Forza Ferrari!”.